viernes, 16 de enero de 2009

TRES TRISTES TRAGOS

(Importado del metroflog, conserva las notas a los lectores)

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4. Gracias a todos lo que ya cumplen con lo puntos anteriores

Jesús, no acostumbra fumar, beber, andar con un frasco de arsénico o pensar en la paz mundial, y hoy lo hace todo al mismo tiempo, en una taberna de mala muerte, la más pirrurri que encontró cerca de su trabajo, bueno, de donde solía trabajar.

Jesús tiene treinta y cinco años y ya es suficiente demonio para sí mismo. Demonio: idea que sembró su madre y ayudaron a cosechar otras personas. Algo que no sucedería si, tal vez, existiera la paz mundial.

Doña María (o “mamá” como suele llamarla Jesús) lo descubrió –a sus doce años– dándose una chaqueta mientras se duchaba, desde eso, Jesús es el demonio. Su madre lo lleva con un sacerdote y hace que confiese el pecado delante de ella. El enviado de dios, dice que hablará a solas con él, pero en la oficina lo viola. Jesús confiesa el pecado del sacerdote a su madre, ésta no le cree porque “Jesús es el demonio”. Si hubiera paz mundial y todos se amaran, quizás Jesús no se hubiera chaqueteado mientras desperdiciaba agua en la ducha.

Una vez, descubre a su madre con su padrino, ahora es más demonio que nunca, porque sólo un demonio es chaquetaedor, mentiroso y mirón al mismo tiempo. Y quiere la paz mundial.

Jesús se casa a sus veinte y pico, tiene dos lindos hijos con una mujer que comienza a ponerle el cuerno, él pide el divorcio por infidelidad, ella dice que le están ensuciando el nombre frente a sus hijos y eso sólo lo puede hacer un demonio, Jesús. Que ahora piensa en la paz mundial.

Jesús no se divorcia por infidelidad sino por diferencias inreconcileables, bajo lo cual la mujer puede reclamar la custodia de sus hijos y lo hace por una sola razón “Él es un demonio”, que anhela la paz mundial.

Jesús se enamora de una secretaria con el único inconveniente de que su jefe también está enamorado de ella. Entonces su jefe empieza a decir que Jesús llega tarde, hace mal su trabajo, se va temprano, acosa a las secretarias o cuenta las aventura que tuvo con ellas… “es un demonio”. Lo acaban de despedir por culpa de la inexistencia de la paz mundial.

Hace rato que Jesús bebe vodka a veces lo mezcla con toronja y a veces con mandarina, su carro está estampado en el muro de la cantina y de un momento a otro deben llegar policías a buscarlo… antes de eso él quiere hacer tres brindis:

(mezcla vodka y mandarina)
- Por mi madre.
(vodka y naranja)
- Por mi esposa y su familia
(vodka arsénico)
- Por la paz interna.

2 comentarios:

Performativo Decadente dijo...

Eso es! ¿Para qué la paz mundial si no hay paz interna?

dañado dijo...

CHido ya era ora de q alguien able claro de la miseria de este mundo